Lóbulos occipital y parietal

 Lóbulo occipital

En la parte anatomica del lóbulo  se puede ver de una manera mas precisa se puede encontrar en la superficie medial por el surco parietooccipital y la extremidad anterior de la fisura calcárea.  

Corteza visual primaria 

Los pequeños puntos de luz son muy efectivos para excitar a las células de la retina y el cuerpo geniculado lateral

Corteza visual secundaria y terciaria

 se les conoce a menudo como corteza visual estriada,  la distancia del objetivo se codifica por medio de algunas neuronas

Rutas visuales paralelas

Hay dos rutas paralelas que parten de la retina y procesan simultáneamente las imágenes visuales: la ruta magnocelular , que surge de células ganglionares retinianas grandes en forma de parasol, concentradas cerca de la periferia de la retina y que terminan en las células de la capa magnocelular del cuerpo geniculado lateral; esta ruta transmite señales relacionadas con el movimiento y la ubicación del objeto. La otra ruta, la parvocelular surge de pequeñas células ganglionares diminutas 

Lóbulo parietal

Es importante en la interacción con el mundo que nos rodea.  Opera evaluando y respondiendo momento a momento a los estímulos ambientales en forma ascendente. Los movimientos se preparan aquí y pueden ejecutarse en cooperación con la corteza motora gracias a la autorización de la corteza prefrontal. Responde en modo casi automático a las señales sensoriales y presta atención al objetivo más destacado

Corteza somatosensorial primaria

Las proyecciones al giro postcentral comprenden las fibras talamocorticales de los núcleos posteromedial ventral. y posterolateral ventral del tálamo. 

 Un mapa somatotópico del cuerpo contralateral llamado homúnculo sensorial existe a lo largo del giro postcentral lateralmente y se extiende medialmente al lóbulo parietal. La pierna y los genitales se representan en el aspecto medial de la corteza, y el resto del cuerpo y la cabeza en el aspecto lateral

Corteza somatosensorial secundaria y el opérculo parietal

Ocupa buena parte del opérculo parietal y se extiende profundamente en la fisura lateral; llega a superponerse y a incluir parte de la ínsula. La anatomía del lóbulo y la del opérculo parietal varían de un individuo a otro.  

Lóbulo parietal superior 

Recibe una fuerte entrada de la corteza somatosensorial primaria. Las fibras de asociación corticales lo conectan con la corteza adyacente, incluidos el lóbulo occipital, el lóbulo temporal y el lóbulo insular, por tanto proporciona acceso directo a las señales táctiles, visuales, auditivas y vestibulares. Fibras recíprocas conectan el LPS con el núcleo pulvinar, el giro cingulado anterior y los núcleos talámicos laterales. 

Precúneo

El precúneo tiene conexiones con el tálamo dorsal, incluido el núcleo pulvinar  Se sabe que el precúneo participa en cuatro funciones generales: la consciencia, los movimientos corporales en el espacio, la autoconsciencia, la recuperación de la memoria episódica y las imágenes visoespaciales


Lóbulo parietal inferior
Recibe señales que representan la sensación del tacto, la propiocepción y la visión e integra dichas señales para determinar la identidad de un objetivo
El lóbulo parietal inferior  izquierdo y derecho no es significativamente diferente, se han descubierto asimetrías cuando se incluye el sexo en el análisis. 








 




 




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